24 oct 2010

Encuentro


Seguiré buscando la calma, en lugares impensados. Invadida de sentimientos encontrados, plena de recuerdos voy yendo. Y se suceden las imágenes, una tras otra, mostrándome hoy el vacio. En algún resquicio de mi ser, anima en pena vuelve a nacer. Mi mente bulliciosa y confusa, palabras sueltas en desorden, frases que se encuentran en una oración, en una plegaria. Paz, en tu encuentro salto distancias, pierdo la noción del tiempo, el espacio. Sin complicaciones prosigo, tranquila en aparente proseguir. Me ilumina un tenue brillo, memoria que necesito de tu esencia. En la brisa, me acompaña tu fragancia que me embriaga y hace tambalear mi conciencia. Sigo elevando al cielo, suspiros. Respiro profundamente el aliento de tus besos en mi alma que aun te aclama, en el deseo que no cede a tu ausencia. Calma nunca llegas, ni te asomas. Sola con la adicción que me provocas, me celo del universo y sus misterios. Por donde te halles, parte de mi te sigue, parte de mi, aquí te añora. El amor traspasa los planos de esta vida y donde tú te encuentres. La noche me acerca a ti, envuelta en la melancolía, con el ensueño a flor de piel. Surgen la fantasía de tenerte, y la realidad, sé que he de perderte, sé que es necesario voltear y volver, retomar el camino a la calma, siguiendo con la nostalgia a cuestas. Elevo entonces una plegaria al cielo por ti.

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